musica

Concierto de Mando Diao

Es curioso lo bien que les han sentado los años a Mando Diao. Y no lo digo por la evolución que ha sufrido su música, que puede gustar más o menos, sino por la considerable mejora que ha sufrido su puesta en escena desde la última vez que visitaron nuestra ciudad. Atrás quedaron los tiempos en los que parecían más preocupados en aparentar ser estrellitas de rock bordes e inaccesibles que de disfrutar y hacer disfrutar al público con sus canciones; los Mando Diao que agotaron entradas el jueves en el Apolo eran una banda compenetrada, carismática y segura de si misma, que no necesitaba de poses ni de tonterías para hacer enloquecer a su audiencia.

La ya «vieja» «Sheepdog», de su primer disco, fue la encargada de abrir eufóricamente el concierto y a pesar de que a menudo, los inicios demasiado ambiciosos conducen en un momento u otro a un posterior declive, éste fue uno de esos afortunados casos en los que la actuación nunca llegó a decaer sino que por el contrario, fue mejorando a menudo que avanzó la noche. Ni siquiera los temas de su último álbum, mucho mas difíciles de hacerse querer que el rock’n’roll directo y contagioso al que nos tenían acostumbrados, restaron calidad ni energía al espectáculo. Canciones como «Gloria», apasionada y desgarrada melodía que parece sacada del Motown de los 50, la bailable «Mean Street», con clara influencia del «Town called malice» de The Jam y memorable estribillo que invita a ser cantado a voz en grito y por supuesto, su discotequero nuevo single «Dance with somebody», dejaron claro que Mando Diao se han arriesgado a explorar nuevos derroteros y que lo cierto es que les ha salido divinamente. Y eso que el nuevo disco de Mando Diao es un disco que cuesta de convencer. Yo tengo que reconocer que quedé profundamente desilusionada cuando lo escuché en un principio y que ha sido solo hace muy poco que he aprendido a apreciar su grandeza. Ahora me sorprendo por no haber sabido reconocerlo inicialmente como lo que es: un disco maduro e inspirado que, con la excepción de un par de mediocres temas, destaca por su originalidad y eclecticismo al mismo tiempo que conserva el espíritu guerrero, las melodías acaloradas y la exaltación del rock& roll con los que nos cautivaron con sus primeros discos.

A pesar de todo, yo, personalmente, sigo quedándome con la frescura de sus primeras épocas y es por eso que mi alegría es máxima cuando reconozco el característico inicio de «The band», espléndida, como siempre, y «Clean town», cálida, complaciente y melódica como un paseo en un día de primavera.

Nos deleitan también con una grata sorpresa: «Ringing bells», un tema delicado y melancólico que no acostumbran a tocar en directo, con la muy característica y genial voz del cantante Bjorn Dixgard sonando ahora más dulce que nunca y acariciándonos con su lánguido arrastrar. «Tv & me» arranca saltos y coros, «Ochrasy» vuelve a llenar la sala de silencio y nostalgia, y con «Never seen the light of day», los dos lideres del grupo funden sus afinadísimas voces a través de un mismo micrófono y una vez más, nos hacen bailar al son de su perfecta amalgama.

Tras los bises, la fantástica y desenfrenada «Long before rock’n’roll» y luego, otra sopresa: con una sorprendentemente buena pronunciación, arrancan con un tema en español, «Leave my fire», la brillante ranchera-blues escondida en su último disco y que hace las delicias de un publico entregado y bailongo. «Lee mis labios en la noche…», nos cantan los suecos acompañados de palmas y panderetas. Y por supuesto que los leemos: prestamos máxima atención y disfrutamos con cada sonido que sale de ellos. No hemos podido dejar de hacerlo desde que empezó el concierto.

 

Fotos: Alba Nájera

2 comentarios en “Concierto de Mando Diao”

  1. La verdad es que te lo estás currando mucho!!! Pero me pregunto si serás capaz de hacerlo tan BIEN!!! como estos en Murcia!!

    Ya se sabe le cansancio, muchos conciertos, poderte acordar de algo será complicado!!!

    Muchas felicidades por tús crónicas

  2. Realmente me dio rabia no haber ido, pero ese día tenía curro que me salía de las orejas y todo. Pero me gustó mucho verles al día siguiente en Madrid con es público tan «respetuoso y agradable» vamos unos GILIPOLLAS! Qué rabia la chusma que fue al concierto, no sabían ni quienes eran los MANDO DIAO.

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