Salieron puntuales y sonrientes, chapurreando cuatro palabras en español y comportándose con perfecta naturalidad ante el abarrotado Razzmatazz que había agotado entradas desde hacía ya varias semanas. Comenzaron con dos nuevas canciones de su esperadísimo segundo álbum“Favourite Worst Nightmare” que saldrá a la venta el 23 de Abril y que por lo que dejaron ver en la noche del sábado, continúa con la exitosa fórmula que les catapultó a la fama: melodías guitarreras y bailables capitaneadas por la inconfundible voz del carismático y jovencísimo Alex Turner. Fueron sin embargo los ritmos sincopados y las desgarradoras guitarras de “I bet you look good on the dancefloor” los que hicieron saltar por primera vez a la audiencia y, tras la trepidante “Still take you home” y la nueva“D is for dangerous”, la multitud enloqueció de nuevo con ”When the sun goes down” y “From the ritz to the rubble”, claras muestras del dominio de Turner en combinar letras inteligentes con acompañamientos acelerados y pegadizos.
Dos nuevos y prometedores temas precedieron “You probably couldn’t see for the lights but you were staring straight at me”y la melancólica y excelente “Leave before the lights came on”, single que no apareció en su primer disco. Tras su nuevo single“Brianstorm” les tocó el turno a “The view from the afternoon”y “Dancing shoes” que pusieron de manifiesto una vez más la facilidad que tienen estos chicos esquifidos y con aspecto adolescente para arrancar brincos y adrenalina desenfrenada. Como para querer evitar decepciones, el cantante avisó de antemano que sólo tenían tiempo para dos canciones más. Tras lamentos y peticiones, la inconfundible batería de la sarcástica “Fake tales of San Francisco” empezó a sonar y de nuevo, botes y cantos a voz en grito. Finalmente, la festiva ”A certain Romance” fue la encargada de cerrar el concierto y de despedir una actuación corta pero intensa.
The Arctic Monkeys eran hace apenas dos años cuatro desconocidos de Sheffield que regalaban sus demos en los conciertos. Si bien es cierto que fue internet la herramienta que les hizo saltar a la fama (los fans empezaron a colgar y difundir sus temas a través de la red) es indiscutible que el apoyo incondicional que les prestó desde un principio la prensa británica, en especial el empeño de la poderosa “New Musical Express” en convertirles en la nueva imagen de este resurgir del pop-punk británico que tuvo sus inicios con The Libertines y que ve aumentar sus seguidores a diario, ha tenido un papel decisivo en colocarles en la posición privilegiada en la que hoy se encuentran. Sin embargo y dejando aparte este sospechoso entusiasmo de la prensa, (la NME consideró su álbum de debut el quinto mejor álbum británico de todos los tiempos y su cantante Alex Turner ”la persona más cool del planeta”) sus canciones demuestran un talento y una originalidad admirables, que sorprenden aún más teniendo en cuenta su juventud y su inexperiencia. Su puesta en escena espontánea y sin pretensiones añade credibilidad a un grupo al que las exageraciones mediáticas han beneficiado y perjudicado a partes iguales.