musica

In-edit Beefeater

La Fiesta Del Documental Musical

Un año más, el In-Edit Beefeater echa el cierre con música triunfal dejando a sus espaldas una extensa colección de documentales musicales para recordar. Esta duodécima edición ha contado con diversas interesantes novedades, como el nacimiento del In-Edit Radio (programas en directo para comentar las proyecciones con invitados, directores y la participación del público), el Doc Alive (el “documental en vivo” con actuación en directo incorporada) o los estrenos simultáneos en diferentes ciudades españolas. La consolidación del In-Edit TV, la plataforma digital del festival que ha incorporado hasta el 70 % de la programación, suaviza el golpe de la despedida y nos permite disfrutar de las películas ganadoras (y otras) hasta la semana que viene. A continuación repasamos los documentales que mejor nos lo han hecho pasar este año:

 PULP: A film about life, death and supermarkets (Florian Habicht, 2014)

El último concierto de la gira mundial del 2012 que devolvió a Jarvis y a los suyos a los escenarios tras un descanso de 14 años es el punto de partida e hilo conductor de este documental. El sitio no podía ser otro que su Sheffield natal, la ciudad industrial de grises nieblas donde la belleza se encuentra en los rincones más inesperados y cuyo corazón late en los pubs y los mercados de la “common people”.

Por allí se pasea el director Florian Habicht para charlar con sus gentes sobre la vida y sobre Pulp, descubriéndonos la brutal lucidez que ocultan bajo sus apariencias pintorescas y, en según qué casos, abiertamente excéntricas. Intercaladas con estas intervenciones, las del grupo, con declaraciones tan personales y emotivas como las de la teclista Cándida Doyle sobre cuando le diagnosticaron artritis con tan solo 16 años o las del guitarrista Mark Webber sobre haberse sentido un fraude en ocasiones al cargar su desgracia sobre el escenario frente a un público exultante de felicidad. Y las de Jarvis, claro, cuyo sentido del humor, desgarbada elegancia y brillantez en el escenario no se han resentido ni un ápice con el paso del tiempo sino, todo lo contrario, le han consagrado como uno de esos pocos afortunados especímenes que envejecen mejor que el vino. Actuaciones en directo, fans entregadas, ancianas que hablan sobre las letras de Blur, coros de abuelos cantando Help the aged y herreros entrañables de blancos bigotes nos roban el corazón mientras la música de sus héroes nacionales nos acaricia los sentidos. El Something Changed que cierra el documental pone la piel de gallina y me hace pensar en una frase fácil pero cierta para acabar esta reseña: sin duda algo cambió para siempre cuando ellos llegaron.

  As the palace burn (Don Argott, 2014) 

Este documental, que tenía como inicial objetivo seguir a los metaleros norteamericanos Lamb of God en su gira mundial del 2012, toma un giro inesperado cuando al aterrizar en Praga, el cantante Randy Blythe es arrestado por las autoridades checas y metido en prisión durante más de un mes. ¿El motivo? El supuesto asesinato de un joven fan en un concierto sucedido dos años atrás. El universo de melenas al viento, pogos, guitarreos virtuosos y chillidos guturales se encuentra de pronto con el de las fianzas, cárceles, abogados y estrategias de defensa en un documental único que permite al espectador vivir en primera persona los entresijos de un proceso judicial tan angustioso como trepidante. Hell yeah.

 Jingle Bell Rocks! (Mitchell Kezin, 2013)


El director y guionista de este film es también su personaje protagonista, un tipo bonachón y sentimental que investiga el universo que rodea su particular obsesión: las canciones de Navidad. Los traumas heredados a raíz de sus tristes y solitarias Navidades infantiles le llevan a sentirse fascinado hacia los ¿villancicos? más ácidos (como Blue Christmas de Miles David o The Little boy that Santa Claus Forgot, de Nat King Cole) y a partir de allí, lanzarse a la búsqueda de coleccionistas como él. Junto a ellos nos embarcamos en un divertido periplo por los estantes olvidados en tiendas de segunda mano y los hogares de algunos de los músicos que dieron vida a tan preciadas (y a menudo, muy surrealistas) composiciones. Un simpático y despeluchado Wayne Coyne (The Flaming Lips) explicándonos su particular incursión en el cine con una película navideña ambientada en el espacio pone la guinda final a esta deliciosa y entrañable excentricidad. Muy recomendable.

 Supermensch: The Legend of Shep Gordon (Mike Myers, 2013) 

Mike Meyers debuta como director descubriéndonos la intensa vida de su agente Shep Gordon: camello hippie reconvertido (gracias al consejo de Jimmy Hendrix) en mánager de Alice Cooper y a partir de allí, palanca hacia el éxito de un larga y variopinta lista de artistas. Su secreto parece tener que ver tanto con sus brillantes ─ y revolucionarias─ dotes comerciales (con toda serie de cachondas artimañas que van desde autodenunciar a la policía conciertos de Alice Cooper en cueros, lanzar pollos en conciertos o encallar buses con fotos estratégicas en medio de Picadilly Circus) como con su excelente calidad humana que sus amigos y clientes ensalzan hasta el punto de saltárseles las lágrimas.

Gordon parece alejarse de la tradicional figura del manager superficial y avaricioso, siendo calificado por su amigo Michael Douglas como un verdadero “mensch” (término judío que denota “una persona de integridad y honor”). Creyente convencido de la teoría del karma (con una particular versión hecha a medida que emplea “cupones” de buenas acciones), otras de sus hazañas fueron hacerse cargo de la caótica situación financiera de un anciano Groucho Marx, acabar con las prácticas injustas que llevaban a cabo los promotores de conciertos con los artistas de color (que consistían, básicamente, en no pagarles) o impulsar la figura del chef mediático. Ah, también fue novio de Sharon Stone, compartió un gato con Cary Grant, le sirvió té al Dalai Lama y convenció al John Lennon borrachuzo y deprimido de su periodo oscuro para que se hiciera una foto con una desconocida para lanzar su carrera. ¡Casi nada!

The Great Pretender (Rhys Tomas, 2012) 

A mediados de los 80 Freddy Mercury aparcó el trono para ir de por libre. En su primer disco en solitario, Mr Bad Guy,  grabado en ¡dos! años durante el periodo más hedonista del artista en Munich, el artista revistió sus siempre arrebatadoras melodías de sintetizadores y arreglos discotequeros, con un nada desdeñable resultado que, sin embargo, a nivel de ventas no logró recuperar el millonario adelanto pagado por su discográfica.

En el segundo se unió con su adorada Montserrat Caballé para grabar un disco rompedor que unía el pop con la ópera y que fue acogido con una mezcla de admiración y desconcierto. Este documental se centra estas últimas andanzas del genio de bigote hasta su muerte en el 91. Entrevistas inéditas, directos, testimonios de Brian May y Roger Taylor (¿qué pasa contigo, John Deacon?) y otros fragmentos de muy interesante metraje nos muestran su faceta menos conocida ─ la de tipo tímido y tranquilo en privado, la de coqueto y vacilón en las entrevistas, la de fumador empedernido, amante de la ópera y apasionado de la Caballé ─ al tiempo que nos reafirma en la que sí conocíamos: la de compositor genial y dios absoluto en el escenario, derrochador de un carisma brutal capaz de meterse en el bolsillo a la más grande de las multitudes. Dudo que hubiera una sola persona en el cine a la que no se le empañara la mirada en el momento del Barcelona, y el enloquecido aplauso espontáneo que se escuchó al acabar la actuación así lo corroboró. It’s a kind of magic.

 Palmarés In-Edit 2014 

Premio de la competición internacional a American Interior (Dylan Goch, Gruff Rhys)

Mención Especial: Pete &Toshi Get a Camera (William Eigen)

Premio de la competición nacional: Un lloc on caure mort (Míguel Ángel Blanca, Raúl Cuevas)

Mención Especial: I Need a Dodge! Joe Strummer On The Run (Nick Hall)

Premio del público: Pulp: A film about love, death & Supermarkets (Florian Habicht)

POSTDATA FOTOGRÁFICA

Hermanas presenciando los primeros pasos del In-Edit Radio. 
Mitchell Kezin ─director y protagonista de Jingle Bell Rocks! ─ y yo contentos porque ya queda menos para las navidades. Un tipo muy grande (en todos los sentidos).

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