Un fan me abordó antes de que mis escoltas lo echaran y los flashes y aplausos lo inundaran todo en un deslumbrante escándalo que me encogió el estómago. No eran nervios, ni ilusión; únicamente desasosiego, cansancio.
Sentí miedo por haberme convertido en alguien tan frío, por sentir tan corrompida la música, el amor de mi vida. Bajé la mirada para ocultar las lágrimas y me di cuenta de que tenía algo en la mano. Era una foto arrugada en la que aparecía junto a un joven, el mismo que me había abordado a la entrada. Contenía una inscripción exaltada, agradecida, sobre guitarras y conciertos brutales y pieles de gallina. Entonces tuve ganas de escuchar viejos vinilos, tocar en sótanos, escribir más y mejor. Decidí, como homenaje, utilizar esa foto en la portada del disco. Esta es la historia que esconde esa imagen. ¿He contestado a su pregunta?
Qué bien escribes… Mola mucho.
Molt xulo, m' encanta!
Ales