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Oculto sendero

Oculto Sendero, novela autobiográfica de la célebre escritora de literatura infantil y juvenil Elena Fortún, estaba destinada a ser destruida pero fue recuperada y publicada póstumamente.

En ella descubrimos a María Luisa Arroyo, alter ego de la autora, una joven con aspiraciones artísticas que, tras una niñez marcada por el desafecto maternal y los miedos infantiles, se casa con un hombre del que no está enamorada para escapar del hogar. Sus anhelos de independencia y creación se verán sofocados bajo el peso de las obligaciones de la mujer de la época, reducida al ámbito doméstico y al de la maternidad. Obligada a esconder su homosexualidad, convertida en mero apéndice de su marido, pintor mediocre que descarga en ella todas sus frustraciones, María Luisa se hará mayor tratando de ejercer de buena esposa en una prisión conyugal en la que el sexo es un suplicio y algo tan sencillo como pintar un cuadro supone todo un acto de rebeldía. 

En la ficción es la pintura en vez de la escritura la vía de escape de la protagonista, que finalmente logrará encontrar su sitio en ciertos círculos intelectuales de la España republicana: un oasis entre tanta incomprensión retrógrada. 

Resulta curioso tener en cuenta que Elena Fortún no es el nombre real de la escritora, sino un seudónimo que tomó prestado de una de las novelas de su marido, protagonizada por un homónimo personaje que se travestía para viajar a lo largo de la historia a modo del Orlando de Virginia Wolf. Toda sospecha de empatía hacia su esposa por parte del creador de dicho personaje quedan descartados tras la lectura de Oculto Sendero, sin embargo, en la que el esposo de la protagonista es un constante lastre a su felicidad. El marido real de Fortún, militar además de escritor, se suicidó a los 67 años tras la guerra y el exilio, como acabaría haciéndolo su hijo poco después de la muerte de su madre.  

Entretenida, agridulce y recomendable novela para comprender la figura de Elena Fortún y conocer las penumbras con las que tuvieron que convivir las mujeres de su tiempo, más aún las que escapaban de la norma establecida.

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