La autora andaluza Elena Medel reflexiona en su primera novela sobre las diferencias de clase, la opresión de la mujer y las distancias maternofiliales. Mediante saltos en el tiempo nos adentra en las vidas de María y Alicia, mujeres de generaciones diferentes despojadas de sus vínculos familiares que sobreviven ancladas a duras rutinas laborales en lugares en los que nadie las recordará cuando dejen de trabajar allí. 

María se quedó embarazada en la adolescencia y se trasladó a la gran ciudad donde limpia suelos y cuida de ancianas. Encuentra su refugio en los libros y en las conversaciones con las mujeres de las asociaciones del barrio. Le presta sus ideas políticas a su pareja, que las repite en el bar con sus amigos como si fueran propias. A pesar de haber desatendido a su hija, le duele verla cometer sus mismos errores.

Alicia nació en la opulencia, pero una desgracia familiar la despojó de su condición acomodada y ahora trabaja en una tienda de chuches del metro. Es una persona oscura, a menudo abiertamente cruel, que busca amistades con las que pueda sentirse superior y se siente atraída por hombres mediocres a los que pueda despreciar. 

Ambas mujeres son muy conscientes de las limitaciones impuestas por su condición social, pero si bien María tiene interés en mejorar el mundo que heredará su hija, Alicia siente un desarraigo total por su entorno y hasta por su propia persona. 

Esta es una novela que desasosiega, que deja una telaraña sombría en el alma de la que cuesta desprenderse. Una lectura que invita a la reflexión sobre la importancia del dinero y la construcción del espacio propio femenino. Una mirada a esas madres que descuidan hijos propios para cuidar hijos ajenos y a aquellas mujeres que sacrifican su independencia para vivir en pareja por motivos prácticos y no afectivos. Y si bien desprende cierto aire sombrío, subyace allá al fondo un poso de esperanza catalizado en esa anciana que resiste en su minúsculo piso de alquiler y se enorgullece de los libros de su estantería. Una estupenda primera novela, todo un descubrimiento.