Tras la repentina muerte del padre, tres hermanas se abren paso por su adolescencia y primera juventud tratando de sortear los volantazos de la existencia. María, la hermana mayor, toma las riendas del negocio paterno adentrándose en el turbio mundo de las subastas inmobiliarias. Carlota se redime de sentimientos de culpa ayudando a las monjas a organizar escapadas a Lourdes con enfermos y tullidos. Paloma, apenas una niña, conoce el sexo demasiado pronto con hombres que la hacen sentir desgraciada.
Inesperadas circunstancias vitales las llevarán por senderos imprevistos: idilios con viejos amigos de la familia, patrullas nocturnas con energúmenos fascistas, funerales, pelotazos profesionales, tropiezos y remontadas.
Con capítulos narrados desde el punto de vista de cada una de las hermanas, Ignacio Martínez de Pisón nos adentra en sus sentimientos más profundos poniendo de manifiesto que los lazos familiares tejen estructuras complicadas y que por muy fuerte que sea el vínculo que las une, las personas están siempre rodeadas de una silenciosa coraza de secretos.
La historia deja tras de sí memorables personajes secundarios: el abuelo forofo de los regalos promocionales, el tío Delfín con sus permanentes capilares, el padre que siempre explica los mismos chistes o, por supuesto, la dispersa madre y su aversión al freno de mano. Con esa maestría suya para combinar el drama y la comedia, Pisón los coloca en situaciones que a la vez son trágicas y disparatadas sin perder por ello ni un ápice de credibilidad, más bien todo lo contrario, consiguiendo que los sintamos insólitamente cercanos.
Una gran novela de uno de los grandes autores de nuestro tiempo.