En su última novela De Ninguna Parte, la escritora superventas Julia Navarro pone el foco en el desarraigo emocional y en cómo algunos traumas pueden condicionar fatalmente a ciertas personas maltratadas por la vida.

Jacob es un joven judío nacido en Líbano e instalado en Israel que no puede sacarse de la cabeza la promesa de venganza de un niño que quedó huérfano en una misión en la que él participó durante su servicio militar. Ese niño aterrorizado y lleno de odio es Abir Nasr que, criado por unos familiares en París y tras una adolescencia de humillaciones racistas, será radicalizado por unos fanáticos islamistas que lo convertirán en el líder de un peligroso grupo terrorista. Los caminos de ambos se cruzarán de nuevo en Bruselas, ciudad escogida por los radicales para sembrar el terror que Jacob tratará de frenar. En paralelo a estos dos personajes se nos adentrará también en las vidas de los familiares de ambos, así como en la de los periodistas que cubrirán los atentados.

Esta ha sido mi primera incursión en la literatura de Julia Navarro y si bien me ha proporcionado una lectura amena, me ha parecido un poco ingenua en ocasiones, con giros de guión algo rudimentarios. Lo que más me ha gustado: el inesperado final y su esfuerzo por querer transmitir una realidad tan evidente y sin embargo ignorada como que el odio es el motor del odio. Una novela solvente sobre un tema de candente actualidad.