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Hamza Bendelladj, quién ahorcó al hacker sonriente

Luces y sombras de un Robin Hood 2.0

Un simpático Robin Hood

Este risueño Robin Hood, al que se le atribuyen heroicas frases como “El dinero y el poder son nada, si no se usan para crear un mundo mejor, más justo”, habría sido arrestado en 2013 en Bangkok y fotografiado con una gran sonrisa que le habría ganado el sobrenombre de “el hacker feliz”.

Los ecos de semejante atrocidad resuenan desde tiempo atrás. En agosto del año pasado, su supuesta condena a muerte incendió las redes sociales: campañas de apoyo en Youtube, miles de tweets de denuncia y peticiones en plataformas civiles como Avaaz exigiendo la revocación de su condena, llevaron a Joan Polaschik, embajadora estadounidense en Argelia, a recordar en su Twitter que los delitos informáticos no eran delitos capitales y por tanto, no estaban castigados por la pena de muerte.

 

¿Quién es en realidad Hamza Bendelladj?

¿Qué había de verdad en la noticia, entonces? ¿Quién es en realidad Hamza Bendelladj? Nacido en 1988, Bendelladj es efectivamente hacker y argelino, y fue arrestado en Bangkok . No está tan claro que sea el Robin Hood del ciberespacio, pero sí que no ha sido ejecutado por ningún gobierno. Junto con el ruso Alexander Panin, diseñó un programa informático a través del cual usuarios podían introducirse en ordenadores ajenos y, entre muchas otras cosas, saquearles sus cuentas corrientes. A modo de virus troyano, el programa se descargaba en el equipo de sus víctimas (que en la jerga hacker reciben el gráfico nombre de “zombis”) a través de un simple clic en una web o e-mails infectados. El ordenador caía así en las redes del pirata informático, que poda acceder a sus contraseñas, correos y demás información personal.

El programa incluía incluso una herramienta destinada a eliminar el malware de Zeus —el hasta entonces más popular virus para el robo bancario— para, en caso de que el desafortunado ordenador hubiera estado infectado por ambos, asegurarse el monopolio del fraude. Spy Eye, así se llamaba ese santo grial del hacker, consiguió embolsarse más de 45 millones de dólares, infectó a más de 1.4 millones de ordenadores y llevó de cabeza a la Interpol durante años.


¿Cómo un ladrón se convierte en héroe?

Aunque existe todavía gran confusión sobre este asunto, diversas fuentes online aseguran que Bendelladj utilizó su dinero para dar soporte a diversas organizaciones palestinas, lo que pudo encender la semilla de la leyenda. La red le atribuye los más diversos “méritos”: el traspaso de información de webs gubernamentales israelíes a la resistencia palestina (se habla incluso de una supuesta oferta del gobierno israelí de revocar su condena a cambio de sus servicios), la concesión de visados a jóvenes argelinos a través del hackeo de webs de los ministerios de países europeos y otras muchas hazañas que, si bien pudieran tener algún resquicio de verdad, resultan difíciles de creer tras la propagación de su falsa ejecución.

¿Fue el rumor propagado con intenciones políticas?

¿Fue el rumor propagado con intenciones políticas, o se trató, únicamente, de una broma pesada magnificada por la ingenuidad romántica de un puñado de internautas? Sea como fuera, el suceso invita a reflexionar sobre la credibilidad de los contenidos que circulan por la red, así como sobre la feliz laxitud con la que la sociedad encumbra a sus héroes y condena a sus villanos.

Todo esto está muy bien, pensarán ustedes, pero ¿quien era el joven sonriente con la horca alrededor del cuello de la foto? Se trataba de Majid Kavousifar, un iraní condenado a muerte por por el asesinato de un juez, al que sí se ejecutó a sangre fría en una plaza de Teherán nueve años atrás.

 

La desinformación de internet

La información online a menudo funciona como el juego del teléfono: se adereza la realidad con una distorsión que se multiplica de manera progresiva a como lo hace su alcance. La mirada crítica y el contraste de fuentes se impone como única arma para vencer la manipulación imperante. Así que, no se crean a pies juntillas este artículo. ¿Y si hubiera estado tomándoles el pelo?

2 comentarios en “Hamza Bendelladj, quién ahorcó al hacker sonriente”

  1. A traves de una busqueda inversa en Google se pudo comprobar que quien aparece sonriente en la horca en la tercera foto de las publicaciones virales no es el hacker argelino, sino Majid Kavousifar, un irani ejecutado junto con su sobrino en Teheran en 2007 por haber asesinado a un juez.

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